domingo, 30 de agosto de 2009

Roberto Matta: agitar el ojo antes de mirar.



Recuerdos surrealistas

"En 1935, Matta se hallaba en Granada, en casa de Federico García Lorca, en compañía de algunos amigos. Desde el umbral de su casa, Lorca conversaba con un compañero, que se encontraba en una habitación del primer piso, vistiéndose para reunirse con él.
-¡Federico!- gritaba el amigo de Lorca por la ventana abierta- ¿Qué camisa me pongo? ¿La azul de seda o la blanca?
- Ponte la azul -respondía Lorca.
-¿Y los pantalones?
- ¡Ponte los negros!
- ¿Y la americana?
El diálogo continuaba desde la calle a la habitación, componiendo la vestimenta del amigo invisible.
-¡No te olvides del sombrero beige!
Pero cuando el personaje acabó de vestirse, apareció ante la puerta sin sombrero, con la camisa blanca y un traje de franela, como todo el mundo. Ninguno de aquellos jóvenes españoles parecía sorprendido de que su amigo se hubiese vestido como cada día y, al mismo tiempo, con un traje imaginario. Lo cotidiano real fue acogido con tanta naturalidad como la realidad poética; algo que, sin duda -comentaba Matta al referirse a esta historia o a otras semejantes- es la esencia de la poesía viva de los pueblos de España, donde lo concreto no está al servicio de la imaginación, ni al revés, sino que la vida concreta y la de la imaginación coexisten, se corresponden y, en cierta manera se turnan".

[Marcel Jean, Histoire de la Peinture Surréaliste, París, Ed. du Sevil, 1959].

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