
Luis de Góngora y Argote (1561-1627) se le considera el Homero español, por el amplio uso de cultismos (neologismos de origen griego o latino), siendo su meta imitar a los escritores de la antigüedad greco-latina, es decir, imitación de los géneros literarios, de los temas, el léxico, la sintaxis y las referencias mitológicas.
Fue el recopilador López de Vicuña quién así lo denominó en 1627, en Obras en verso del Homero español que recogió Juan López de Vicuña. Admirado y nombrado por Cervantes, tanto en La Galatea: "En don Luis de Góngora os ofrezco / un vivo raro ingenio sin segundo; / con sus obras me alegro y enriquezco / no sólo yo, más todo el ancho mundo"; como en El viaje del Parnaso: "En don Luis de Góngora, a quien temo / agraviar en mis cortas alabanzas / aunque las suba al grado más supremo"; encontramos a un poeta complejo pero con una amplia visión de su realidad circundante, verídica, dura y realista; en Ande yo caliente y ríase la gente de 1581, da una visión del momento en el que vive que bien puede sus inscribirse a los tiempos presentes:
Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno, y las mañanas de invierno naranjada y aguardiente, y ríase la gente. | Busque muy en hora buena el mercader nuevos soles; yo conchas y caracoles entre la menuda arena, escuchando a filomena sobre el chopo de la fuente, y ríase la gente. | |||
Coma en dorada vajilla el príncipe mil cuidados, como píldoras dorados; que yo en mi pobre mesilla quiero más una morcilla que en el asador reviente, y ríase la gente. | Pase a media noche el mar, y arda en amorosa llama Leandro por ver su dama; que yo más quiero pasar del golfo de mi lagar la blanca o roja corriente, y ríase la gente. | |||
Cuando cubra las montañas de blanca nieve el enero, tenga yo lleno el brasero de bellotas y castañas, y quien las dulces patrañas del rey que rabió me cuente, y ríase la gente. | Pues amor es tan crüel, que de Píramo y su amada hace tálamo una espada, do se junten ella y él, sea mi Tisbe un pastel, y la espada sea mi diente, y ríase la gente. |
[Véase Agustín Durán, Cancionero y romancero de coplas y canciones de arte menor, letras, letrillas, romances cortos y glosas anteriores al siglo XVIII, pertenecientes a los géneros doctrinal, amatorio, jocoso, satírico, etc, Madrid, Imprenta de Eusebio Aguado, 1829, págs. 124-125].