"Por fin, una noche, mientras estaba dándome una ducha larga, se me ocurrió una idea. La única idea supuestamente original que he tenido para una película.
Ulises. La Odisea de Homero pero en el futuro.
También habría una batalla de Troya, pero estaría ambientada en el espacio, y después de la batalla, Ulises y su tripulación volverían a casa a bordo de aquella goleta solar, volverían a Ítaca.
Los vientos solares los alejaban de su rumbo. Se encontraban con unas terribles corrientes cósmicas llamadas los Ríos del Tiempo, que los barrerían hasta regiones del espacio y del tiempo que nadie había explorado y de las que nadie más había oído hablar. A continuación venían desventuras y tribulaciones, Doncellas cósmicas y guerreros cósmicos. Y, sin embargo, durante todo aquello, Ulises seguía siendo en su interior un padre de familia, que solamente deseaba volver a casa, con su fiel esposa Penélope y su amado hijo Telémaco.
Mi idea se quedó en nada. La llevé a varios estudios, pero ninguno se interesó por ella.
Aunque se quedaron en nada, sin embargo, me hacía feliz pensar en ella de vez en cuando, y también de vez en cuando le añadía más nudos a la trama y más incidentes a la linea argumental. Hasta había veces en que estaba convencido de que un día me sentaría a escribirla".
El último capítulo del libro de Tesich, con un Karoo agonizando y muriéndose, encima de la taza del water del servicio de señoras de la oficina de su odiado Cromwell en Miami, imagina la goleta solar de Ulises y describe las aventuras del galáctico guerrero en su búsqueda de la verdad, ¿Por qué nació?, y reflexiona... "(...) Y en cada era, igual que en todas las precedentes y que en todas las que vendrán después, es el derramamiento de sangre el que derriba una era y entrona la siguiente. Mueren millones de individuos en nombre de alguien y luego ese alguien se ahoga en un mar de sangre, pero la carnicería continúa en nombre de algún otro"..., siendo su conclusión que "Todo ha sido por nada"; y dice: "Cuando reza. Ulises ya no reza a Dios, sino que reza porque Dios siga vivo, para que la nada no se imponga al final", y termina: "Y de vez en cuando reza:
-Bendito sea todo lo que vive. Padre, madre, hermanos, hermanas, hijos de la tierra, benditas sean vuestras vidas, porque son la alegría del mundo.
Y sigue navegando".
[Véase, Steve Tesich, Karoo, Barcelona, Seix Barral, 2013, págs. 81-82 y 539-556].
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