viernes, 7 de febrero de 2014

GRANDEZA DEL ARTE GRIEGO PARA JAN MUKAROVSKÝ



        A partir de la teoría del extrañamiento del lenguaje poético con relación al lenguaje común, los formalistas se abstuvieron de conectar lo literario con series discursivas de tipo extraliterario, sentando las bases de su método estructural, desarrollando un tipo de crítica inmanente, alejada de toda retórica ideológica y de todo comentario sociopolítico. Analizar un poema para ellos significaba separar los niveles del texto, empezando por el fonético, pasando por el análisis formal de las conexiones sintácticas, y finalizando por el nivel semántico e intertextual, para relacionar, según leyes de interfuncionalidad e interdependencia, todos los estratos de la obra. Toda obra tiene su lugar dependiendo de la época en que se crea, dominando la voluntad del autor. 
        El estructuralista checo, Jan Mukarovský (1891-1975), en su estudio “Función, norma y valor estético como hechos sociales, editado en 1936, explica, siguiendo a Marx, que la grandeza del arte griego no es que sea un hecho social, sino que es un valor que se tiene que reproducir generacionalmente. Entiende que el potencial de una obra no es inherente por completo al objeto artístico, cualquier objeto puede adquirir una función estética. El valor es dinámico en relación con el contexto social y cultural, siempre cambiantes en consonancia con los receptores de cada generación:

“Mediante el valor estético el arte actúa sobre la postura emocional y volitiva del hombre frente al mundo, interviniendo directamente como el regulador básico del comportamiento y del pensamiento humano, a diferencia de la ciencia y la filosofía que influyen en el comportamiento humano mediante el proceso mental".

Dos años antes, en “El arte como hecho semiológico defiende que la obra artística no puede ser tratada ni como documento histórico ni sociológico, en tanto no se haya determinado su valor documental, o sea, la relación que tenga con el contexto social. Está sin resolver la pregunta de hasta qué punto el desarrollo histórico de la literatura es independiente del desarrollo histórico general.

El formalismo ruso es atacado por el Realismo socialista, quieren más visión histórica y menos discursiva; surge como una visión comunista ortodoxa de la literatura que fija su mirada hacia la tradición decimonónica, convirtiéndose en salvaguarda de una estética burguesa. Sólo el arte folclórico sobrevivió como arte popular. Se insistió en el valor del arte para llevar a buen puerto la revolución en la sociedad, lo que llevaba a la necesidad de alabar la Revolución Soviética a toda costa, no dejando sitio para la libertad creativa del escritor, imponiendo como dogma una ideología marxista equivocada, al no permitir la conciencia autónoma del hombre.

[Jan Mukarovský, Escritos de estética y semiótica del arte, Barcelona, Gustavo Gili, 1977, pág. 101. Es interesante todo el cap. II: Función, norma y valor estético como hechos sociales, págs. 44-121].

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