lunes, 9 de julio de 2018

La manipulación y la vida cotidiana



"La manipulación técnico-científica tiende hoy a asumir todas las funciones negativas de la religión, sin tomar sobre sí las positivas. La manipulación técnico-científica engorda la particularidad, hincha las motivaciones particulares, pero incrementando (y permitiendo) sólo aquellas que sirven para alcanzar los fines de una determinada organización (en primer lugar las organizaciones que requieren una actividad laboral). Impide las decisiones individuales (morales) en las cuestiones que afectan a la concepción del mundo o a la política; plasma habilidades e ideologías que sirven al sistema vigente sin ponerlo en discusión desde ningún punto de vista. Sustituye los viejos mitos por otros nuevos: los de la técnica de mando, de la cualificación. Vigila la vida privada de los particulares, liquida su esfera privada o la somete al control social. (...) La filosofía y la ciencia social entendida ideológicamente deben, por tanto, darse cuenta de que la ciencia social manipuladora-tecnificada no representa más que la religión de nuestra época (y repitámoslo una vez más: sin sus valores)".
[Véase, Ágnes Heller, Sociología de la vida cotidiana, Barcelona, Península, 1977, 3ª ed., 1991, pág. 199].


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