Friedrich Schiller (1759-1805) escribió "Kallias" y "Cartas sobre la educación estética del hombre" entre 1793-1795. Me gusta su visión de que el arte deviene en autónomo en cuanto crítica del proceso de enajenación del individuo con respecto a su carácter social, y, dentro de esa autonomía, será concebida su función de promocionar la idea de "humanidad". Lo recoge especialmente en su carta 19ª cuando afirma:
"Inevitables, infalsificables e inconcebibles, los conceptos de verdad y de derecho se presentan ya en la primera de la vida sensible, y sin que nadie pueda decir de dónde y cómo han surgido, los hombres se dan cuenta de la eternidad en el tiempo y de la necesidad de la sucesión del azar. Así surgen sensación y autoconciencia, sin la más mínima intervención del sujeto, y el origen de ambas se encuentran tan lejos de nuestra voluntad como del ámbito de nuestro conocimiento.
Pero si ambas son reales, si el hombre ha experimentado una existencia determinada por medio de la sensación, y si ha experimentado su existencia absoluta en virtud de su autoconciencia, despiertan entonces, junto con los dos impulsos fundamentales, también los objetos de esos impulsos. El impulso sensible despierta con la experiencia de la vida (con el nacimiento del individuo), el racional con la experiencia de la ley (con el nacimiento de la personalidad), y sólo entonces, una vez existen, se construye la humanidad del hombre. Hasta que esto no sucede, en el hombre sólo rige la ley de la necesidad; pero a partir de ese momento la naturaleza lo abandona, y dependerá de él afirmar aquella humanidad que la naturaleza puso e inauguró en él. Porque en cuanto dos impulsos fundamentales contrapuestos actúan en el hombre, pierden ambos su carácter coaccionante, y la contraposición de dos necesidades da origen a la libertad."
[Friedrich Schiller, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, Barcelona, Anthropos, 1999, págs. 278-279].
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