martes, 1 de noviembre de 2011

Grecia y Max Horkheimer





Para el pensador frakfurtiano Max Horkheimer, en un amplio sentido todavía está por escribirse la historia del individuo, incluso en la antigua Grecia, que no sólo produjo la noción de individualidad sino también los modelos para la cultura occidental. Dice Horkheimer:
"El modelo del individuo en ascenso es el héroe griego. Valeroso y confiado en sí mismo, triunfa en la lucha por la supervivencia y se emancipa así tanto de la tradición como de su tribu. Para los historiadores como Jacob Burckhardt, un héroe semejante es la encarnación de un egoísmo desenfrenado e ingenuo. Sin embargo, ese yo sin restricciones, mientras irradia el espíritu de dominio y agudiza el antagonismo entre el individuo y la comunidad y sus costumbres, permanece a oscuras en cuanto a la naturaleza del conflicto entre su yo y el mundo y, por consiguiente, cae víctima de todas las intrigas posibles. Sus acciones, terribles, no surgen de rasgos como la maldad o la crueldad, sino del deseo de vengar un crimen o de conjurar una maldición. La noción de heroísmo es inseparable a la de sacrificio. El héroe trágico tiene su origen en el conflicto entre la tribu y sus miembros, conflicto en el cual siempre cae vencido el individuo. Puede decirse que la vida del héroe no es tanto una manifestación de la individualidad como preámbulo a su nacimiento, que se logra mediante las bodas de la de la autoconservación con el autosacrificio. El único de los héroes homéricos en cuyo caso nos llama la atención su individualidad y fuerza para tomar decisiones propias es Ulises, héroe demasiado astuto para parecer realmente heroico".
[Max Horkheimer, Crítica de la razón instrumental,  Buenos Aires, Sur, 2º ed., 1973, pág. 140].