jueves, 11 de noviembre de 2010

Ixión


Ixión, hijo de Flejias, el rey lapita, acordó casarse con Día, hija de Deyoneo. Después de invitar a Deyoneo a un banquete, preparó una trampa delante del palacio, bajo el cuál ardía un gran fuego de carbón en el que el confiado Deyoneo cayó y se quemó. Zeús, que solía portarse tan mal como él cuando estaba enamorado, no sólo purificó a Ixión, sino que le invitó a comer a su mesa.
Ixión era un desagradecido, y planteó seducir a Hera; pero Zeus, adivinando sus intenciones, formó con una nube a una falsa Hera con la que Ixión, demasiado ebrio ya para darse cuenta del engaño, gozó debidamente. Fue sorprendido en fragante por Zeus, quien ordenó a Hermes que lo azotara despiadadamente y lo atara luego a una rueda de fuego que daba vueltas sin cesar por los cielos.
La falsa Hera le dio a Ixión un niño inútil llamado Centauro, de quien se dice que, cuando llegó a la edad viril, engendró centauros equinos en yeguas magnesias, de los cuales en más célebre fue el sabio Quirón.
[Robert Graves, Los mitos griegos, Barcelona, Ariel, 5ª ed., 1991, pág. 72].